jueves, 30 de mayo de 2013

Bandera de la interculturalidad

Pedro Guerra desea que el Archipiélago se convierta en portavoz del mestizaje y explote al máximo el potencial que supone estar situado entre tres continentes.

Tomado de laprovincia.es

Hace ya 30 años que un joven de Güímar empezó a llenar la maleta de canciones, a coger aviones con la guitarra bajo el brazo y a subirse a escenarios de aquí y allá. Pedro Guerra, el cantante canario que renovó la canción de autor española en los 90, cumple tres décadas en la música, exactamente los mismos años que celebra el Parlamento canario que inauguró su padre, Pedro Guerra Cabrera.

Guerra Cabrera fue el primer presidente de la Cámara regional entre 1983 y1987, años en los que realizó una importante labor de promoción de la institución en todas las capas de la sociedad, acercando el Parlamento a los ciudadanos y de manera especial, a los más pequeños. La popularidad de Guerra padre en esa época hizo que el cantautor eligiera Pedro Manuel como nombre artístico para iniciar su carrera. Ahora, ya como Pedro Guerra, sopla las velas con el recuerdo de quien marcó su vida, pero también la historia de Canarias. "En estos días, mientras celebro mis 30 años en la música, muchas veces pienso en mi padre y los años en que fue presidente. Es un gran ejemplo para mí", confiesa.

Pedro Guerra ha pasado gran parte de sus 30 años de dedicación a la música lejos de su tierra. No vive el día a día en las Islas, pero mantiene los lazos que le unen con su rincón en medio del océano. "Llevo muchos años fuera de Canarias, pero no por eso he olvidado mis raíces", asegura el cantautor. Razón más que suficiente para querer ver a sus Islas explotar al máximo el potencial que les da vivir entre tres continentes. Porque la propuesta de Guerra para el porvenir del Archipiélago se sustenta en alzar al cielo la bandera de la interculturalidad. "Ser portavoces del mestizaje y hacer de la mezcla nuestra esencia", explica el isleño. Que las diferencias sumen y no resten y que el respeto al otro sea el pan de cada día.

Aunque le falta la visión cotidiana que da el levantarse cada día entre el mar y la tierra de lava, Guerra vive con tristeza la difícil situación económica que atraviesa Canarias. "Las cifras muestran a las Islas en la cabeza del desempleo. Eso es un drama", reconoce el cantante. Por ello, apuesta por que el Archipiélago se reconstruya a través de un pilar básico: "La superación del desempleo y la precariedad".

Guerra va más allá y sueña, incluso, con reconstruir la democracia. Con levantar un nuevo modelo de sociedad en la que se trabaje para y desde la ciudadanía. "El espíritu que nos hace falta para salir adelante debe venir desde la clase política", propone el isleño. Es decir, que los que gobiernen escuchen lo que el pueblo dice, siente y reclama" para cimentar un porvenir mejor.

Algo utópico quizás, pero el cantautor es de los que nunca pierden la esperanza. "Con la crisis he visto la esperanza, he contemplado cómo surgen movimientos sociales que nos marcan el rumbo a seguir y cómo la ciudadanía mantiene un comportamiento ejemplar", afirma Guerra.

No le sorprende. El isleño tiene una percepción inmejorable de su pueblo. "Nuestro gran logro ha sido afianzar la identidad propia del pueblo canario", apostilla. 30 años que han valido al Archipiélago para "reconocerse cuando se mira en el espejo". Pero es suficiente. "Hay que reinventarse cada día", destaca Guerra. Y lo dice por la ciudadanía, pero también por la que es su forma de vida: la cultura. "Sin subvenciones habrá que crear conciencia de la importancia que tiene para la sociedad una cultura fuerte y diversa y seguir reivindicando la necesidad de apoyo institucional para conseguirlo", añade.

2013, una fecha señalada para Pedro Guerra; 2043, la elegida para su sueño de futuro. Tres décadas que permitan que la tierra que ve en la lejanía se convierta en una de mestizaje e interculturalidad. Una basada en los valores que también su padre proyectó.

0 comentarios:

Publicar un comentario