miércoles, 15 de enero de 2014

Los Derechos Humanos en la Historia

En el año 1950 la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó que el día 10 de diciembre fuese declarado como el día internacional de los Derechos Humanos, dos años después de la firma de estos, en el año 1948. El 10 de diciembre de 2013, además, se conmemora el 20º aniversario de la creación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, un organismo dependiente de la ONU cuyo objetivo es la protección y promoción de los Derechos Humanos. Dicho cargo lo ostenta en la actualidad la jurista sudafricana Navanethem (Navi) Pillay, antigua juez de la Corte Penal Internacional de la Haya.

Como se ha comentado, la Declaración Universal de los Derechos Humanos fue aprobada por la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948 en París. El texto fue aprobado por 48 votos a favor y 8 abstenciones, entre las que se encontraban la de la Unión Soviética. La Declaración se firma en un contexto histórico de postguerra en el que las diferentes potencias internacionales, tras hacer revisión de los devastadores efectos de la Segunda Guerra Mundial sobre la población civil, intentan encontrar unos mínimos de concordia en el marco de los nuevos actores y factores que se establecían en el marco de las Relaciones Internacionales.

A pesar de ser un texto no vinculante para los estados participantes de la Organización de Naciones Unidas, se ha tomado siempre como un texto básico para la promoción de la paz, y las libertades y derechos individuales dentro de la diplomacia internacional. De hecho, varios países como España, los citan en su constitución, considerándolos de esa forma, derechos constitucionales.
Los derechos humanos en la historia

Es innegable, por tanto, la importancia que esta Declaración ha supuesto en la Historia reciente de la humanidad. Hasta ese momento, habían existido ciertos antecedentes, sin embargo, era la primera vez que un gran número de Estados aceptaba un escrito en el que los derechos individuales adquieren una significativa importancia frente a los derechos comunitarios. Sin embargo, es muy complicado buscar paralelismos con los diferentes textos en los que a lo largo de la historia de la humanidad se ha hecho referencia a libertades o derechos individuales, ya que, todos ellos responden a su circunstancia histórica y cultural.

Por ejemplo, Shirín Ebadí, abogada iraní que ganó el premio Nobel de la Paz en 2003, declaró en su discurso de aceptación del premio que la primera declaración de derechos humanos en la historia de la humanidad es un escrito atribuído a Ciro el Grande, el rey persa, a mediados del siglo VI a.C. Dicho escrito se conoce como el Cilindro de Ciro y puede recordar al famoso código Hammurabi (Escrito del rey de Babilonia del siglo XVIII a.C). En él, se hace referencia a una serie de libertades, sobre todo religiosas, que no son usuales en los escritos de la epoca, pero cuyo objetivo no es establecer unos derechos universales.

Del mismo modo, a la Antigua Grecia, cuna de la Democracia, se le relaciona en numerosas ocasiones con el paradigma de los derechos y libertades del hombre, con una nueva concepción de dignidad humana, como lo ilustraba la idea de ciudadano. En la cultura helena, la Polis adquirirá gran importancia como la suma de los individuos, de los ciudadanos, y en este sentido, abogará por un desarrollo de la lógica y la razón especializándose disciplinas como las matemáticas, la retórica, o la ética, ciencia que desde entonces se preocupa de establecer un estudio racional desde un punto de vista moral de los actos realizados por los hombres. Sin embargo, una vez más se debe hacer hincapié en la visicitud histórica, ya que estos derechos y libertades solo eran reconocidos para los ciudadanos, status proporcionado por diferentes variables a lo largo de la historia de las poleis, pero que en ningún caso podían ser para mujeres, extranjeros o esclavos. La figura del esclavo tuvo gran importancia en la Antigua Grecia, y eran considerados como elementos básicos para el mantenimiento del equilibrio económico y social. El propio Aristóteles consideraba a los esclavos como seres inferiores por causas naturales.

El Imperio romano compartía con el sistema de poleis griego ciertas características, como las clases de ciudadanos y esclavos, sin embargo, la importancia en el tema que nos atañe la puede representar la recopilación y organización de leyes, derechos y deberes del individuo, el Derecho Romano.

Otro ejemplo lo puede representar la Bill of Rights que trajo consigo la Revolución Inglesa del siglo XVII, y que pudo traducirse en la otorgación de ciertos poderes al pueblo inglés. Con todo, esta declaración, en ningún caso fue universal, ya que solo hacía referencia a Inglaterra.

Con la llegada de la Ilustración en el siglo XVIII, los pensadores de la época, discutían sobre cuáles eran los derechos naturales del hombre. A pesar de que no siempre coincidían, la mayoría destacaba principalmente la igualdad, la libertad y la propiedad. La fraternité no llegaría hasta el contexto revolucionario. Lo verdaderamente novedoso del momento radicaba en que consideraban que dichos derechos tenían un origen natural, y que en ningún caso procedían de un parlamento, una ley, o un rey.
El siglo ilustrado trae del mismo modo dos declaraciones que muchos consideran precursoras directas de la Declaración de Derechos Humanos. La primera, fue la Declaración de los Derechos de Virginia de 1776, y la segunda la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789. Estas declaraciones pretenden traspasar la realidad nacional y pretenden ser internacionales, inalienables y propios de cada hombre. Con todo, una vez más, es necesario matizar que dichas declaraciones se hacen en un contexto histórico en el que el derecho a voto se regía por un sufragio censitario masculino, hecho que explica que la titularidad de esos derechos fuesen solo masculinos, y que incluso llegó a suponer auténticas reivindicaciones feministas como las de Olimpia de Gouges, que llegó a redactar la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana.

En el siglo XIX, y en la primera mitad del siglo XX los términos derechos y libertades son más empleados en las revoluciones liberales y en el movimiento obrero, y desde 1864 las Convenciones de Ginebra han promovido una serie de tratados cuyo objetivo es minimizar los efectos que la guerra ejerce sobre las personas, tanto militares, como civiles, así como promover ciertos derechos como la supresión de la esclavitud en todas sus formas.

Como hemos ido comentando estos escritos realizados a lo largo de la historia que hemos repasado en este artículo han representado en su contexto histórico ciertas garantías de derechos y libertades individuales. Sin embargo, sería un error considerar la Declaración Universal de los Derechos Humanos como la declaración definitiva, ya que, evidentemente, responde a las circunstancias que vivimos en la actualidad, y deben ser objetos de revisión y actualización de forma periódica con el fin de responder a las necesidades de la humanidad, bien la que puebla actualmente el planeta, bien la que aún está por nacer.

Tomado de http://www.miradasdeinternacional.com

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